Fue terrible lo sucedido aquel 14 de Noviembre del presente año, no sólo por el pánico que personalmente me causó el famoso Terremoto, sino que particularmente por las desgracias que éste fenómeno causó en la gente, especialmente, en la ciudad de Tocopilla.
Es muy deprimente que los años de sacrificio de cada una de aquellas personas que desgraciadamente perdieron sus hogares, hoy ya no tengan valor alguno, y más aún, las dos víctimas a causa del fuerte terremoto, que si bien todo el mundo lo disfraza de que éste haya sido de 7,7 grados en la escala de richter, es necesario aclarar que ésta información es absolutamente falsa, puesto que realmente fue de 9,8 grados, y por lo mismo, causó tanto desconcierto y tantas desgracias en la ciudad.
Por otro lado, me desconcierta que la gente sea engañada por éstas personas que “creen y pretenden” ayudar a la ciudadanía de Tocopilla, cuando sin embargo, lo que hacen es mentirles en cuanto a la magnitud de lo ocurrido y peor aún, hacerle falsas expectativas y ofrecerles soluciones las cuales no han sido notadas a cabalidad.
Todo esto me parece alarmante, ya que de esto están o mejor dicho, debieran estar encargadas autoridades, el gobierno, la presidenta, etc., todas aquellas personas que tienen los recursos para poder revertir la situación, y que de lo contrario, no intentan en lo más mínimo ayudar sinceramente a la ciudad de Tocopilla.
Si bien la ciudad de Tocopilla ha recibido “ayuda” (víveres, solucionaron el problema con la electricidad y el agua) aún no se observan aquellas soluciones que la gente de Tocopilla pide, y más allá de que aquellas personas exijan, es parte de sus derechos como personas y seres humanos, el vivir en condiciones adecuadas; nadie habla de lujos, pero como mínimo un techo seguro donde poder habitar tranquilamente con sus familias.
Y para finalizar, con respecto a la intervención realizada en ayuda a ésta comunidad, me sentí verdadera y realmente útil, y ahora más que nunca, estoy convencida de que ésta profesión es la mía, pocas veces me siento plena y satisfecha con las cosas que hago; pero después de esos dos días, compartiendo con la gente y viviendo de algún modo su realidad, comprendí que nada puede provocar la sensación inexplicable que percibí en aquellos momento, sólo puedo describirlo como una emoción demasiado grande; el saber que estaba brindando mi ayuda desinteresadamente a todas esas personas que lo único que querían era ser escuchadas y tomadas en cuenta; toda esa satisfacción no tiene precio.
Dicen por ahí que “nadie hace las cosas por amor al arte”, pero para mí, desde que elegí esta carrera, la palabra ayuda se ha convertido en arte, “mi arte”. La dicha que puede proporcionar el dinero, la retribución recibida por haber realizado tal cosa, no se compara con la plenitud que se siente cuando se hacen las cosas sólo por querer y servirle de apoyo y auxilio a los demás.
Carolina Munizaga F.
Es muy deprimente que los años de sacrificio de cada una de aquellas personas que desgraciadamente perdieron sus hogares, hoy ya no tengan valor alguno, y más aún, las dos víctimas a causa del fuerte terremoto, que si bien todo el mundo lo disfraza de que éste haya sido de 7,7 grados en la escala de richter, es necesario aclarar que ésta información es absolutamente falsa, puesto que realmente fue de 9,8 grados, y por lo mismo, causó tanto desconcierto y tantas desgracias en la ciudad.
Por otro lado, me desconcierta que la gente sea engañada por éstas personas que “creen y pretenden” ayudar a la ciudadanía de Tocopilla, cuando sin embargo, lo que hacen es mentirles en cuanto a la magnitud de lo ocurrido y peor aún, hacerle falsas expectativas y ofrecerles soluciones las cuales no han sido notadas a cabalidad.
Todo esto me parece alarmante, ya que de esto están o mejor dicho, debieran estar encargadas autoridades, el gobierno, la presidenta, etc., todas aquellas personas que tienen los recursos para poder revertir la situación, y que de lo contrario, no intentan en lo más mínimo ayudar sinceramente a la ciudad de Tocopilla.
Si bien la ciudad de Tocopilla ha recibido “ayuda” (víveres, solucionaron el problema con la electricidad y el agua) aún no se observan aquellas soluciones que la gente de Tocopilla pide, y más allá de que aquellas personas exijan, es parte de sus derechos como personas y seres humanos, el vivir en condiciones adecuadas; nadie habla de lujos, pero como mínimo un techo seguro donde poder habitar tranquilamente con sus familias.
Y para finalizar, con respecto a la intervención realizada en ayuda a ésta comunidad, me sentí verdadera y realmente útil, y ahora más que nunca, estoy convencida de que ésta profesión es la mía, pocas veces me siento plena y satisfecha con las cosas que hago; pero después de esos dos días, compartiendo con la gente y viviendo de algún modo su realidad, comprendí que nada puede provocar la sensación inexplicable que percibí en aquellos momento, sólo puedo describirlo como una emoción demasiado grande; el saber que estaba brindando mi ayuda desinteresadamente a todas esas personas que lo único que querían era ser escuchadas y tomadas en cuenta; toda esa satisfacción no tiene precio.
Dicen por ahí que “nadie hace las cosas por amor al arte”, pero para mí, desde que elegí esta carrera, la palabra ayuda se ha convertido en arte, “mi arte”. La dicha que puede proporcionar el dinero, la retribución recibida por haber realizado tal cosa, no se compara con la plenitud que se siente cuando se hacen las cosas sólo por querer y servirle de apoyo y auxilio a los demás.
Carolina Munizaga F.
4 comentarios:
Apreciados Amigos y Colegas.
Soy María del Pilar Navas, Psicóloga Colombiana con Maestría en Educación, Docente de la Universidad Católica de Colombia en Bogotá.
Aunque me encuentro lejos de su país, he estado enterada de lo ocurrido en Tocopilla por mi amigo Bruno Paolo Canobra, compañero de la Maestría en el ITESM.
En verdad quisiera apoyarlos desde acá y poner a su servicio mi experiencia de 15 años en educación y mi compromiso de formar psicólogos "ciudadanos del mundo".
Frente a la situación que ustedes recientemente vivieron, la verdad es que ninguno está preparado realmente para enfrentarlo y como tal vez algunos de ustedes pueden haber escuchado, nuestra ciudad, Bogotá, también tiene amenaza de terremoto y aunque se han realizado campañas informativas y que buscan que todos los habitantes se preparen para una situación como esa, se trata de dos frentes que como psicólogos podemos asumir, por una parte el trabajo a nivel preventivo y por otro lado, la intervención en crisis, caso que imagino viven actualmente.
Ante todo recuerden que antes que psicólogos, somos personas, susceptibles de sentir temor ante este tipo de situaciones. Pero nuestra formación nos permite deternernos un poco y reflexionar para actuar. Asi mismo, escuchar a quienes viven las consecuencias de este tipo de desastres y mediante procesos de gestión, proponer de manera conjunta estrategias para crear nuevas formas de organización social y re-construir nuestro espacio vital.
Hola Mapi, gracias por tu comentario "intenernacional", es importante que los alumnos sientan esta aldea global tan dicha , pero poco constatada.
un honor ser coniderado tu amigo, y gracias de nuevo.
Bruno
Quiero saludar y felicitar a todos las personas, màs que alumnos o alumnas de la UST, que tuvieron esta linda oportunidad de estar cerca de la gente que tanto esta sufriendo y que estoy cierto que con sòlo verlos a Uds. se sintieron acompañados y pudieron en cierta forma vivir momentos distintos a los ya acacecidos.
Los felicito porque fue una rica experiencia para la vida personal y tambien profesional, y de acuerdo a lo expresado pòr Uds. se ve que dieron el 100 y de ahi la valia para la comunidad dque visitaron.
Us. tuvieron la dicha de hacer practico los conocimientos adquiridos y eso tiene un valor inconmensurable y asì han de aquilatarlo, vale màs que muchas clases.
Felicito a cada uno y puedo saber lo que sintieron ya que tambien pude ir a Marìa Elena y el dolor es el mismo y lo poquito que uno puede entregar es tanto para la gente, es como para cuestionarse no?
¿Porquè esperar catastrofes para estar cerca de la gente que necesita?
Con las felicitaciones para todos
Enrique Angel
Bueno pienso que en éstas desgracias naturales dónde nadie tiene la culpa, los psicólogos deben jugar un rol muy importante en el sentido de apoyar, dar aliento a las personas y sobretodo a los niños los cuales son inocentes y no sabes que perdieron todo o porque se ve gente llorando y cosas botadas en el piso,
ahora más que nunca se necesita el profesionalismo y la delicadeza de los psicólogos.
Quizás las cosas ya no se recùperen, pero lo más importante es que la gente esté viva y entregar ese cariño, ese apoyo a los amigos de Tocopilla que generalmente es una ciudad de pocos recursos, pero con un enorme corazón
hoy en la teletón, fué una de las ciudades que más donó dinero a los niños discapacitados a pesar de todo lo sucedido
Mucha Fuerza y Psicologos ayuden!!
Pamela Morales A
Est. Ingeniería Civil Informática
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